Duermo, acurrucado
bajo mi propio regazo,
dándome alimento,
con la soledad de mi momento,
saliendo a buscar
algún abrazo,
pa volver de nuevo pa dentro,
darme corazón
y quererme fielmente
más de lo que he querido a nadie,
por que nadie me ha querido
suficiente...
y sólo yo conozco
lo que éste imbécil siente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario