A tantos saltos temporales,
del tener todo
al ver que no tengo nada
mi nariz sangró contrariedades
y mi constante nunca contestó
a mi llamada.
Colirio a los ojos
para ver palabras
donde su silencio las calla.
No se puede andar
frente a un esquina,
ni ser la cobaya
de quien duda o camina.
A tanto saltos temporales
ví la verdad
através del espejo
uní las causalidades
y observé que era yo de nuevo
ese conejo.
Abrazos a chorro
en vasos de miedos
a trago,para callar los celos.
Besos a pulmón
calada tras calada
tosiendo los te quieros
escupo mi paciencia, quemada.
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