Cuando creí vivir en el cielo,
Refugio azul de nubes hinchables,
en la despensa guardado un sueño
dejó mi cuerpo a merced del aire.
Cuando viví creyendo en el miedo,
Una tormenta golpeó mi equilibrio
Y del cielo caí hasta el firme suelo
Donde el amor cobra más sentido.
Y una venda de conformismo
Me llevó hacia un abismo,
De aguas residuales
Que salían de mis lacrimales
Y por fin pude vaciarme a mi mismo.
Todo el tiempo que estuve parado
Sólo fui marioneta de porvenires,
Que el veneno de mi sangre cesará
cortando de cuajo mis raíces.
Que si vivo encadenado
a mi destino,
moriré siendo un esclavo
de todas las miserias
que la vida me ha dado.
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